Afrontar una pérdida

Un proceso de duelo puede definirse como un recorrido de adaptación emocional ante una pérdida. Cada uno toma su tiempo para asimilar el dolor, comprender lo sucedido, adaptarse a los cambios, curar el sufrimiento y afrontar una nueva etapa vital.

En ocasiones, las circunstancias no lo ponen fácil para afrontar todos estos aspectos, de manera que el proceso de duelo queda interrumpido o se alarga hasta que aflora ante otra situación vital crítica. Dedicarle atención y tiempo permitirá cicatrizarlo y poder convivir con ello de manera más tranquila.

El tempo de los cambios emocionales es más lento que la veloz avalancha de pensamientos de nuestra mente humana. Y en circunstancias dolorosas, puede acelerarse todavía más cuando aparece la ansiedad, o bien nos parece atascada en alguna idea obsesiva que de repente se aferra ante la confusión del momento.

Dejar fluir esos pensamientos ayudará a descansar, algo primordial para dar el primer paso adelante. Y compartir los sentimientos aliviará el dolor, aunque cada uno tendrá su manera personal de exteriorizarlo.

En el caso del duelo infantil, muchos se remiten a planteamientos de Método Montessori: realizar un acompañamiento a través de los principios básicos de observación, respeto al ritmo y proceso de cada niño… en definitiva, ofrecerle espacios para compartir, escuchar y abrazarle.

Enlace relacionado de l’Hospital St. Joan de Déu:

http://faros.hsjdbcn.org/ca/articulo/com-ajudar-nens-mort-dol-esser-estimat

Cristina Ramírez – Psicóloga Col.11230 – http://www.happysoul.es

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio