El mejor regalo

El año pasado os animaba a dejaros contagiar por la magia de los niños en esta noche de reyes. Esta vez os propongo un paso más: que la ilusión de sus ojos al ver a sus majestades de Oriente sea nuestro reto personal todo el año, en conseguir esa mirada hacia ellos y hacia los pequeños detalles cotidianos que casi siempre no nos permitimos saborear, por prisas, por agenda…

Nuestro mejor regalo hacia nuestros hijos puede ser ofrecerles implicación en nuestra presencia, que sientan nuestra aceptación hacia ellos como personita con el cariño en el tono de voz, animarles a intentar lo complicado, a divertirse aprendiendo, a jugar con su imaginación, a que noten que confiamos en ellos.

Que el brillo en sus ojos de la noche de reyes lo puedan ver en los nuestros al mirarles cuando nos dicen “mira lo que he hecho”, o incluso también ante un “no puedo hacerlo”. Y mantenerlo cuando crecen y las decisiones se complican.

Que entonces seamos nosotros quien contagiemos confianza, facilitando que sean ellos sin miedos, que exploren y descubran el mundo con la certeza que estás ahí, en una equilibrada distancia para cada momento.

Que podamos respetar su ritmo y prioricemos un rato compartido a menudo. Con todo ello aportamos la construcción de unos buenos cimientos en su vida emocional y que lo que ellos vayan creando más adelante sea feliz y más fácil.

Cristina Ramírez – Psicóloga Col. 11230 el mejor regalo

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