El Tiempo de los niños
Para estrenar la primavera fuimos a un huerto con los peques de la casa. Desde hace unos años intentamos lograr una pequeña muestra en nuestra terraza de lo que significa plantar y ver crecer un tomate o algún que otro elemento que curiosamente aparece después en un plato. Para que sus mentes abran miras desde pequeños y conozcan los tiempos de la naturaleza. Para que nosotros como padres podamos recordar que sus tiempos no suelen ser los de nuestro día a día.
El otro día era una gozada verles disfrutar plantando lechugas o regando todo lo que podían. Me recordaban mi infancia y esos momentos de verano en el huerto del abuelo: el olor de la tierra mojada y los matices de cada planta, la satisfacción de recoger los frutos y morderlos al instante o subirte al árbol a inflarte a cerezas. Saboreabas la vida con lo que ahora se denomina plena conciencia y los adultos nos esforzamos por recuperar.
Está científicamente probado que dejar espacio para que los pequeños exploren, creen, manipulen y experimenten facilita que aprendan por ellos mismos, con una beneficiosa repercusión en su autoestima y en sus mecanismos de interactuar con el mundo. A menudo vale la pena olvidarnos de lo sucios que estarán sus pantalones al regresar del paseo o simplemente ponerles a mano lo que ellos pueden investigar por sí mismos. Seguro que nos sorprenden!
Cristina Ramírez – Psicóloga Col.11230 – www.happysoul.cat