Las emociones del Cáncer

Hace unas semanas tuve la suerte de asistir a una conferencia de dos referentes en PsicoOncología, una auténtica masterclass gracias a su veteranía en este ámbito terapéutico. Como Psicólogas destacaban con datos estadísticos cómo aún asusta la palabra cáncer, cómo impacta al afectado y su entorno, cómo desgasta a nivel emocional desde el minuto cero.

Comprobé con cierta sorpresa como sus conclusiones de añoLas emociones del cancers de experiencia coincidían con el análisis que yo misma había ido realizando, observando diferentes procesos oncológicos como acompañante de mis familiares enfermos, de sus compañeros de planta, del hospital de día y las salas de quimio, de urgencias de oncología… Vivencias cercanas que ponían de manifiesto una y otra vez las fases emocionales de este agotador viaje. Un trayecto que para muchos significa un renacer a la vida tras superar la aparentemente interminable etapa de ansiedad inicial, cuando aún está en trámite el diagnóstico y lo más complicado es gestionar la incertidumbre. Complicado habituarse a ella y a tantas otros aspectos que se incorporan a la nueva cotidianidad.

Comparto con vosotros un gran recurso para los que tengan niños pequeños alrededor (abajo veréis el enlace): en el artículo encontrareis el link a un cuento (descargable en PDF), basado en la experiencia personal de la autora, una mamá con cáncer de pecho que decide incluir a sus hijos en este proceso. La magia y encanto de los momentos que describe son una muestra de cómo los niños lo afrontan con naturalidad. Cómo en tantas otras situaciones, sólo hace falta adaptarlo a su mundo y su respuesta es sorprendente, rebosante de inteligencia emocional.

Me sumo a su propuesta y os animo a probarla. Mi experiencia es similar a lo que ella plasma en su blog: proteges a los pequeños de las dudas y la dureza de muchos momentos, pero tal como ella también apunta, momentos delicados pueden convertirse en algo diferente. Cuando a mi padre le tocó un linfoma con trasplante de médula, mis hijos tenían apenas 5 y 2 años. El momento de caída de cabello coincidió con carnaval, a lo que tan feliz mi hijo preguntó: “¿Y este año por qué no nos disfrazamos todos como él?”…sólo es un ejemplo de los muchos que podrían contarse en oncología en esos largos días de tratamiento, para que nos sigan robando sonrisas aún en momentos complicados.

http://blogs.elpais.com/mamas-papas/2015/11/explicar-hijos-cancer.html

Cristina Ramírez – Psicóloga Col.11.230

www.happysoul.cat

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